Y COLORIN COLORADO EL TABACO, SE HA ACABADO!

¡¡¡ Hola chicas !!!

Este no es un post sobre potis. Este no es un post sobre maquillaje. Y este no es un post sobre compras. Este es un post sobre mi experiencia como fumadora y como ex-fumadora.

Empecé a fumar siendo una adolescente, por una tontería y sin ser realmente consciente de lo que ese primer cigarro iba a suponer en realidad.

Al principio era como un juego; fumabas con las amigas a escondidas, comprábamos tabaco entre toda la cuadrilla y luego nos volvíamos locos para esconderlo a la hora de ir a casa.

Para camuflar el olor comíamos chicles y caramelos, incluso había quién fumaba con una pinza de la ropa para que el olor no se les quedase en los dedos (y esto es completamente cierto, lo juro).



Recuerdo incluso que, cuando fumábamos muy rápido, para que nadie nos viese, nos medio mareábamos ... pero éramos adolescentes y todo eso nos divertía.

Pasaba el tiempo y sin darme cuenta, me iba enganchando al tabaco. Cuando empecé, fumaba sólo cuando había tabaco ... Pero poco tiempo después necesitaba tener tabaco cada día ... El cuerpo me pedía fumar.

Llegué a fumar más de un paquete de tabaco al día y toda mi vida giraba en torno a ese vicio sin que yo me diera cuenta: Mientras comía en un restaurante en el que no se podía fumar, estaba pensando en el momento de salir a la calle a encender el cigarrito; si viajaba durante horas en un autobús/tren/avión donde no estuviese permitido el tabaco ... me pasaba el viaje deseosa de llegar o de parar sólo para sacar el tabaco y darme el capricho. Si tenía un día super complicado en el trabajo, aprovechaba cualquier ocasión para salir corriendo a la calle a fumar aunque fuera una calada por no tener tiempo para un cigarro entero. Y para mi, era lo más normal del mundo.

Hace un año, con la ley antitabaco, le dije a mi chico en plan de broma "Con lo difícil que está fumar ahora, voy a tener que dejarlo" y me eché a reír (cigarro en mano, por supuesto). 


Esa noche, en la cama ... le di vueltas a la idea de dejar de fumar ... y, por primera vez, no me pareció algo tan descabellado.


Cuando pasaron las fiestas navideñas (me pareció un tanto arriesgado dejar de fumar con tanta juerga de por medio jajajaja) decidí que era el momento de decirle adiós al tabaco y decidí también intentarlo sin echar mano de parches ni chicles de nicotina ni cosas de esas.


Recordé que había un libro que llevaba siglos en un cajón de mi cuarto y lo rescaté ..... El libro era este

Empecé a leerlo en mis viajes de ida y vuelta al trabajo en metro. Al principio me pareció un poco para bobos ... pero poco a poco me di cuenta de que el librito me estaba tocando la fibra y me hacía pensar muchas cosas ....


Puede que a mucha gente esto de leer el librito le parezca una bobada como una catedral ... pero os diré que en mi caso, me sirvió para preparar mi mente y para mentalizarme de que NO necesitaba fumar para vivir.


Una vez leído el libro y con las cosas bien claras, llegó el momento del último cigarro. Y recuerdo ese momento con mucha claridad.


Estaba sentada exactamente en el mismo lado del sofá donde estoy ahora mismo escribiendo esta entrada. Me levanté, cogí todo el tabaco que tenía en casa (yo era de las que compraba el tabaco por cartones) y dejé encima de la mesa de la sala un sólo cigarro y un sólo mechero. El resto, lo metí en una bolsa de plástico y me lo bajé al coche ... a guardarlo en el maletero.


De ahi a un rato, apagué la tele, quité el sonido al iPhone y me senté comodamente en el sofá para fumar el que fue el ultimo cigarro de mi vida.

Fumé despacio, con tranquilidad, intentando "saborearlo" y en silencio ... pensando en el paso que estaba a punto de dar.


Me recordé a mi misma que era fuerte, que había superado muchas situaciones complicadas en la vida y que el tabaco no iba a poder conmigo.


Una vez lo apagué, cogí el teléfono, marqué el teléfono de mi chico y le dije "Cariño, acabo de dejar de fumar"






Cuando empecé a plantearme la idea de dejarlo, tenía mucho miedo del "mono" Sobre todo (Y los/las fumadores me entendereis) de esos cigarros que te fumas por costumbre; después de comer, mientras tomas café, antes de dormir, etc. Pero no me pasó nada ... No eché en falta esos cigarros.


También pensé en lo complicado que iba a ser salir de cena o de comilona con la familia o con los amigos sin poder fumarse ese cigarrito con los chupitos de después de comer ... Pero sali de cena y no pasó absolutamente nada.


Después llegó el momento de pensar "Cuando salga de fiesta, con un par de cubatillas, seguro que las paso canutas". Pero salí de fiesta .... y me lo pasé de vicio ...... No noté ese famoso "mono"


Y así he ido llegando hasta ahora ... sin echar de menos el tabaco, sin tener ansiedad por no poder fumar. Si es  cierto que he engordado un poco pero bueno, es una excusa perfecta para comprar nuevos trapitos jajajajaajajajaja.


Y no os quiero contar el cambio radical que ha dado mi piel, mi pelo .... Lo bien q huele ahora mi melena ... Lo bien que huele la ropa cuando te la quitas para ponerte el pijama .... Lo bien que huele mi casa a Lush al entrar y no a Lucky Strike ...


Con esta entrada no pretendo decir a nadie ni que tiene que dejar de fumar, ni que fumar mata ni nada por el estilo. Todos y todas sabemos perfectamente lo malo q es el tabaco y, como ex-fumadora, sé perfectamente lo difícil que es abrir los ojos y verlo mientras se está enganchado.


Sólo quería compartir con todas vosotras esta vivencia que me ha cambiado la vida y de la cual, me siento inmensamente orgullosa. 


No es cuestión de fuerza de voluntad ... es cuestión de saber cómo dejar de fumar y, sobre todo, de querer dejar de hacerlo.

Espero que esta entrada pueda servirle de algo a alguien ... o no ... no lo sé, pero me apetecía contaros mi experiencia y aqui la he plasmado.


Os dejo aqui el libro en version PDF por si quereis echarle un ojo (click)

Y asi, esta ex-fumadora, se despide por hoy con un beso muy grande y un gracias por leerme gigante.


¡¡¡ Agur !!!